Si la mayoría de los escritores no está muy de acuerdo con esto de organizar ferias con una pila de libros atiborrados en un mesón. Si el público que va a comprar no es un asiduo lector y sólo se acuerda de su gusto por leer cuando ve el afiche en el metro una vez al año. Si los precios son igual de elevados que en las librerías, e incluso muchas han eliminado el impuesto al IVA para vender mejor. Si los pasillos se llenan de pinguinos grandes y chicos que van a jugar a las escondidas y que piensan que Roberto Bolaño es el Chavo del 8 (como se pensó alguna vez). Si los verdaderos lectores van sólo un día y el resto lo pasan en las librerías de siempre husmeando y peleando bajos precios. Si a los refinado$ lectore$ de cuello y corbata no les interesan las mesas de conversación que realizan los escritores (obligados en cierta parte por sus editoriales), y van sólo a buscar el libro de moda que les recomendaron. Si los universitarios, que son los pocos que realmente van por algo concreto, no tienen beneficios y deben pagar $mil 500 para entrar, cifra que podría alcanzarles para conocer un nuevo autor. Y, por último, si nisiquiera se fomenta el gusto a la lectura, porque escasea la difusión y la gente que no lee simplemente no va, y prefiere quedarse en casa viendo la teleserie y ahorrarse los $dos mil de la entrada.
Si pasa todo esto ¿por qué sigue la Feria? ¿Para fomentar el consumo del mote con huesillo que ofrece el carrito que hay en la salida? ¿Para que las librerías chicas puedan tener mejores ganancias (escenario difícil porque las grandes editoriales arrasan con todo)? ¿o para que los organizadores corten cerca de 200 mil ticket, cobren el arriendo por stand a las librerías y al final se lleven más de 200 millones de pesos sin comprar ni un solo libro?
