Era un perro de esos callejeros

Natividad Canda fue asesinada. Se la devoraron dos perros rottweiler en un taller. Al parecer era artísta.

A raíz de este hecho, otro artísta, Guillermo "Habacuc" Vargas, de Nicaragua, se iluminó y trató de sensibilizar a la gente con su arte.

El arte: un perro cajellero, apodado Natividad, famélico y virulento, que fue amarrado a una cuerda de nylon, que a su vez estaba sujeta a otra cuerda que pendía de dos clavos en una esquina de una galería nicaraguense. (ver foto)

La idea: Que el perro estuviera en exhibición hasta morir de hambre, para ver la reacción del público que visitaba la muestra, y tratar de sensibilizarlo demostrando lo hipócrita de la gente que no era capaz de liberar o alimentar al maltraído e inocente can, pero sí blasfemaba y despotricaba contra Habacuc y su acción dehumanizada.

El resultado: Una fuerte ofensiva pro animal y contra el artísta Vargas, con bombardeos de mail y publicaciones en bloggs (sí, como esta).


Ahora, que se presentaron los hechos, vienen las preguntas. ¿Es un arte tamaña muestra de insensibilidad? ¿Estaría de acuerdo el señor Natividad, de que su nombre se homenajeara en una muestra artística, donde el centro es (o era) un perro moribundo y donde las otras exhibiciones eran quemas de marihuana y crack? ¿Le gustarán los perros al señor "Habacuc"? ¿Habrá sido mejor usar un ratón de laboratorio?.



El señor Habacuc respondió: “Me reservo decir si es cierto o no que el perro murió. Lo importante para mí era la hipocresía de la gente: un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte pero no cuando está en la calle muerto de hambre. Igual pasó con Natividad Canda, la gente se sensibilizó con él hasta que se lo comieron los perros” y - sobre tamañas palabras - agregó: "Recojo lo que miro… El perro está más vivo que nunca porque sigue dando qué hablar”.


El señor Mirlo responde: "No me reservo decir que no creo que el perro esté jugando en el patio de la galeria ni en el de la casa del señor Habacuc. Creo que sí, murió. Y no necesariamente a causa del arte. No creo que sea necesario ver sufrir al perro para saber lo que sufre, ni tampoco ser activista naturalista pro defensa animal para poder ayudarlos y concientizar. Si el señor Habacuc recoje lo que mira, sería bueno que hechara un vistazo a su WC, quizás encuentre un arte mucho más decente".


Al parecer el tipo pretende repetir la azaña para la Bienal 2008 de Honduras. Tal vez ahí nos deje a todos con la boca cerrada, si es que presenta a Natividad, vivito y coleando, y claro, si es que el cuadrupedo está dispuesto a sacrificarse y ser el martir de los perros callejeros..... ¿Habacuc le habrá preguntado eso?